José Cabrera Alva (Lima, 1971) ha publicado "El libro de los lugares vacíos" (Dedo crítico, 1999) y "Canciones antiguas" (Editorial San Marcos, 2004). Ha obtenido el Segundo Premio Adobe de Poesía con el conjunto de poemas Música para una donna. Asimismo, ha sido finalista en el Premio Copé de Poesía 2003 con "El libro del mal amor". Poemas suyos han sido publicados en revistas especializadas, como Dedo crítico, More ferarum, El Hablador, El malhechor exhausto, Ajos y zafiros, y diarios del medio. Ha traducido, además, a diversos poetas en lengua francesa, como Jean Genet, Joyce Mansour y Véronique Vassiliou, y realizado estudios de Artes Plásticas en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Federico Villarreal.

En esta entrevista conversamos sobre su más reciente poemario “Tristania y otros híbridos de la peste”, publicado por Lustra editores. Sobre este libro, para José Carlos Picón este es "oscuro, de rasgos poéticos, concebido con trazos prosísticos. Claridad salmódica, filtraciones bíblicas, imaginarios del cine bizarro y la música metal"

EL PROCESO DE ESCRITURA Y EL NOMBRE "TRISTANIA"

Escribir el libro fue un proceso que duró un año y medio aproximadamente (empezó y continuó con la atmósfera generada por la pandemia de la Covid – 19 y, en especial, la que generó la cuarentena y los fallecimientos).

La última parte, “Tristania,” fue la surgió primero. Además de la atmósfera de la pandemia fue inspirada por el ambiente opresivo que sugieren algunos grupos de grupos de música metal. El título de esa sección lo decidí porque, me parece, la palabra “tristania” aunque no existe en nuestro idioma sugiere tristeza. También existía un grupo de metal de Noruega llamado Tristania. Asimismo pensé que a algunas personas en el Perú podía remitirles al poema “Tristitia” de Valdelomar. Después de terminar de escribir esa sección pensé que podía escribir otros segmentos de ese libro con una atmósfera y estilo similares.

Aunque, en verdad, más que decidir, las imágenes se me fueron imponiendo. Y sí hay un vínculo entre cada una de las partes del libro, además del estilístico, existen personajes que aparecen en una sección que aparecen en otra o son integrantes de una misma familia o son mencionados en más de una sección. La sección denominada “La comefuego” fue inspirada en un cuadro del pintor Carlos Revilla. El texto denominado “La amante del perro” fue inspirado en un cuadro del mismo nombre del pintor José Tola. La sección denominada “Cara de cerdo” fue inspirada en la imagen que figura en la portada de un disco del grupo de metal llamado Arch Enemy.