Soy Alex Hurtado Lazo, licenciado en Literatura por la UNMSM. Actualmente formo parte del grupo de investigación ESANDINO y realizo investigaciones sobre literatura y política de la vanguardia en los Andes, así como sobre poesía en lenguas indígenas. Acabo de publicar mi primer libro, Chirapu y el vanguardismo de las periferias internas, con Ediciones MYL.
En mi libro propongo, en diálogo con autores como Yazmín López Lenci y Juan Zevallos Aguilar, que la revista Chirapu establece un proyecto contrahegemónico, pues no se mantienen incólumes ante la arremetida de las políticas centralistas del gobierno y sus intelectuales, sino que resisten mediante propuestas como el neoindianismo, una redefinición de la identidad de los intelectuales andinos, o la ortografía indoamericana en los escritos literarios. Todo esto constituye el diferencial de este vanguardismo frente a aquel que asume un criterio similar al europeo.
Considero que las revistas vanguardistas destacan por construir una voz colectiva, y eso implica no una voz homogénea, sino una llena de beligerancia y discrepancia interna. El tema se vuelve más interesante cuando se relacionan con otras, pues el debate hace llegar sus ecos a los lugares más insospechados. La revisión de revistas que pasaron desapercibidas presenta voces y perspectivas nuevas en un determinado conflicto que parecía zanjado. Chirapu, por ejemplo, y su diálogo con revistas como Kuntur o La Sierra, permite ampliar la polémica del indigenismo entre Mariátegui y Sánchez, e incluso la del vanguardismo, estudiada por Mirko Lauer.
- ¿cómo así surgió tu interés por los estudios andinos y por chirapu?
En mis primeros años de la Universidad de San Marcos, el nombre de Gamaliel Churata estaba presente en distintas clases y en lecturas recomendadas por los docentes. Pero es mediante una conferencia sobre este autor que pude conocer el universo que se había gestado durante la década del veinte. Es con la lectura de El pez de oro que encuentro la primera referencia al “vanguardismo del Titikaka” que menciona Churata. Por esas mismas fechas se reedita el facsimilar del Boletín Titikaka, así que con ello crece mi interés por el grupo Orkopata.
Otro hecho que me permite acercarme a los estudios andinos de la vanguardia es la aparición de dos exposiciones sobre Amauta y las redes intelectuales: una en la Casa de la Literatura Peruana y otra en el MALI, ambas paralelas. Allí es que participo de más actividades relacionadas a las revistas y redes vanguardistas. Posteriormente, presenté ponencias en congresos y asistí a conversatorios relacionados al Boletín, principalmente. También realizo dos viajes a Arequipa, con fines académicos, y me relaciono con investigadores con intereses similares a los míos. Todo esto contribuyó a definir mi línea de investigación. En estos viajes es que encuentro un primer rastro de la revista Chirapu, gracias a un dato de mi amigo Sergio Luján. Luego, gracias al archivo de Mauro Mamani, puedo obtener una copia de los siete números, que además ya no se encontraban en las bibliotecas de Arequipa.
Con la lectura de esta publicación, observo cómo se ampliaron aspectos que parecían tangenciales en el Boletín Titikaka y se amplían las relaciones en las redes de intelectuales en el Perú y en Latinoamérica. Sin embargo, también me percaté de que las únicas investigaciones sobre la revista eran dos artículos de Wilfredo Kapsoli y menciones fragmentarias en trabajos de otros estudiosos. Por ello, mi trabajo se inició a partir del diálogo con otros amigos, como Luis Apaza o Rony Vásquez, así como con la familia de Antero Peralta Vásquez, el director de la revista
- chirapu facsimilar
Luego de obtener las copias de Chirapu, establecí contacto, de manera fortuita en realidad, con Luis Apaza, un joven investigador de las revistas y diarios arequipeños. Estuvimos por reunirnos para conversar sobre un proyecto grande que estaba dirigiendo acerca de la obra de Antero Peralta. Sin embargo, esto se interrumpió por la pandemia y la cuarentena. Continuamos conversando virtualmente y me presentó el proyecto de reedición de las obras de Peralta. Fue allí que me pidió colaborar con un estudio sobre la revista Chirapu, proyecto que ya estaba avanzado con la Universidad Ricardo Palma. Esto se publicó a inicios del 2021, con un texto mío y otros estudios de Mauro Mamani, Luis Apaza y de Ayar Peralta, hijo de Antero. El estudio que presenté en esta edición fue un avance de la propuesta que tenía para mi tesis de licenciatura.
Durante toda la cuarentena pude continuar con esta investigación, gracias a la colaboración de distintos amigos en distintas zonas del Perú que me compartieron libros y artículos a los que no podía acceder por las restricciones sanitarias y la lejanía. Ya a inicios del 2022 pude culminar y presentar mi tesis de licenciatura sobre esta revista. Gracias a que obtuvo una buena calificación, la editorial MyL me propuso publicarla en su Colección universitaria, con cambios y añadidos, como datos extraídos de cartas de Antero Peralta a las que accedí en mi última visita a Arequipa, por parte de Ayar Peralta.
- Por qué es importante pensar en las vanguardias latinoamericanas hoy? Y ¿por qué en las andinas de nuestro país?
La duración del vanguardismo en Latinoamérica es muy corta. Sin embargo, en este momento se crearon las obras más importantes de nuestra literatura. El ejemplo más destacado es Trilce, de 1922. Me interesa pensar en estas creaciones con relación a las polémicas intelectuales en las que se envuelven sus autores, pues esto nos ofrece una perspectiva de análisis diferente. Los ensayos de Vallejo, por ejemplo, me permiten comprender de manera más amplia la propuesta estético-política de Trilce. Y, en ese sentido, las implicancias que esto tiene con el desarrollo del pensamiento político.
A nivel nacional, el vanguardismo coincide con el surgimiento de los partidos políticos de izquierda más importantes del siglo XX. En estos procesos, los artistas e intelectuales juegan roles importantes, sea como fundadores de células regionales, como el caso de Antero Peralta; como dirigentes, en el caso de Guillermo Mercado; o como polemistas, en el caso de Gamaliel Churata. Desenredar los hilos de estos debates, en los que la estética tiene un rol destacado, permitirán comprender con mayor precisión los problemas por los que nuestra política está llegando a un nivel tan explosivo como el presente y cuál es la papel que desempeñan los escritores e intelectuales en la actualidad.
- ¿quiénes son "los zurdos"?
Los zurdos tienen un paso fugaz por la literatura y cultura arequipeña. No hay datos de que hayan durado más allá de 1928, es decir, menos de un año. Un dato que me llamó mucho la atención, y que me hizo interesarme más por entender la constitución de este grupo, es que Antero Peralta, el líder del colectivo, no la menciona en su recuento de agrupaciones literarias de Arequipa en los años veinte.
Este dato es el que me permite reafirmame en la idea de que Chirapu terminó debido a las nacientes discrepancias políticas entre sus miembros, por lo que se convierte en un capítulo olvidable para Peralta. Más allá del grupo en sí, su importancia radica en la construcción de una plataforma que, aunque breve, supo insertar en sus páginas las principales polémicas que se suscitaban en el campo político y literario.
La revista Chirapu ofrece varios ensayos que permiten esclarecer la perspectiva que los mismos escritores y pensadores tenían acerca de la vanguardia y su relación con los fenómenos sociales, así como la situación indígena en esos momentos. Pero también informa de la situación de las izquierdas en las regiones del sur andino, así como las redes de exiliados apristas y su relación con los procesos de definición política de 1928.
- bordieu y tu análisis de "chirapu"
- Bourdieu en Las reglas del arte ofrece un análisis muy interesante del campo literario francés del XIX, en el que las vanguardias irrumpen el plano estético y resuenan en las otras áreas de la sociedad. Este concepto me permite analizar un aspecto destacado para el proceso peruano, es decir, el de las relaciones. Las publicaciones a lo largo del país, sean artísticas o literarias, destacan por las relaciones hegemónicas y contrahegemónicas que establecen sus autores. En ese sentido, me pareció un concepto práctico y útil para comprender los procesos de gestación y trascendencia de la revista Chirapu. Sin embargo, no es posible aplicarlo sin prestar atención a las diferencias de los procesos europeos y los latinoamericanos. Para ello, me valgo de las contribuciones de pensadores como Pablo González Casanova y Silvia Rivera Cusicanqui acerca de la situación colonial de nuestras zonas andinas. Estas adaptaciones son las que me permiten diferenciar el rol que juegan los intelectuales indigenistas frente a las comunidades indígenas y a las clases hegemónicas del país.
- ¿QUIEREN COMPRAR EL LIBRO?
El libro se presentará el día miércoles 17 a las 7 p. m. en el Museo José Carlos Mariátegui. Presentan: Christian Elguera y Sergio Luján.
Ahí lo pueden encontrar. También en LIBRERÍA INESTABLE y en EDICIONES MYL