En esta entrevista conversamos con las dos autoras del bello libro "Lima y la Independencia. Un viaje en el tiempo": Carolina de Belaunde y Mariana Eguren. Carolina estudió historia y antropología. Actualmente trabaja en el Instituto de Estudios Peruanos, donde es investigadora en temas educativos. También se dedica a la elaboración de materiales didácticos

carolina de belaunde. fuente: iep

Por su parte, Mariana Eguren estudió Lingüística y luego hizo una maestría en educación, cultura y sociedad. Se dedica principalmente a la investigación educativa desde el Instituto de Estudios Peruanos. Ellas trabajan juntas desde hace unos 20 años.

mariana  eguren. fuente: iep.

La historia del día a día

Desde el inicio teníamos claro que no queríamos hacer un libro sobre las grandes batallas y los aspectos militares de la independencia. Los niños y niñas ya tienen ese acercamiento a la época a partir de su libro de texto, entonces buscamos aproximarlos a los elementos que conforman el día a día de los habitantes de una ciudad que tenía una atmósfera virreinal, pero en la que se empezaban a ver cambios. 

Además, creemos que la vida cotidiana es un gran recurso para que los niños y niñas se acerquen a la historia y se reconozcan como parte de ella. Adicionalmente, pensamos también que los personajes o escenas de la vida cotidiana serían una buena vía para destacar a algunos grupos que suelen estar excluidos de la historia que nos llega, tales como las mujeres y los niños.

LOS HERMANOS MAGIA

Trabajar con los Hermanos Magia ha sido enriquecedor para la elaboración del libro. No solo comprendieron rápido el proyecto, se entusiasmaron con él y crearon unas ilustraciones fantásticas, sino que también tuvieron claro desde un inicio la importancia de que no aparecieran elementos anacrónicos en las ilustraciones. Además, agregaron algunos elementos (como la paleta de colores usada en algunas pinturas o en la arquitectura de inicios del siglo XIX) que les dieron a las ilustraciones mayor autenticidad.

Sobre la complejidad del proceso de elaboración, estuvo básicamente en dos aspectos. Por un lado, era importante pensar en ilustraciones que contaran una historia que acompañara la información y los datos presentados en el texto, no que fueran meramente descriptivas. Ello además tenía que estar dispuesto en las páginas de manera llamativa pero fácil de seguir. Por otro lado, fue difícil también la búsqueda de referencias gráficas para cada uno de los temas desarrollados en el libro. Hemos cuidado muchísimo ese aspecto y la accesibilidad a las fuentes en tiempos de pandemia no siempre fue fácil.

LA ESTRUCTURA DEl libro
Nuestra experiencia previa en la elaboración de textos escolares, así como una exhaustiva revisión de libros informativos ilustrados sobre temas diversos, nos muestra que una estructura definida desde un inicio, que se repite a lo largo del libro, ayuda a los lectores en su relación con este. Esta estructura permite que, casi intuitivamente, el lector se introduzca de manera general al tema del capítulo a partir de una imagen panorámica y un breve texto inicial, para luego adentrarse en algunos aspectos y detalles específicos sugeridos desde el inicio. Ahora bien, esta estructura no quita que el lector pueda abrir el libro en cualquier página según qué ilustraciones o información le llamen más la atención.

ALGUNAS FUENTES: LAS NARRACIONES DE LOS VIAJEROS
Las narraciones de los viajeros son un registro valiosísimo de información sobre las impresiones que tuvieron acerca del medio, el clima, la arquitectura, la vestimenta, las costumbres, las celebraciones, el ambiente político y otros aspectos de Lima. Su mirada “desde afuera” les permite fijarse en detalles que entre los locales pasaban desapercibidos. Algunos de los relatos de viajeros de los que hemos tomado mano son los del médico inglés Archibald Smith y del comerciante alemán Heinrich Witt.

De otra parte, están también los viajeros dibujantes, quienes llegan a la capital del Virreinato por razones diversas y nos han dejado un registro gráfico de cómo se veía Lima en el siglo XIX. El alemán Johann Moritz Rugendas, por ejemplo, se embarca en la expedición científica de un barón que quería a un dibujante para ilustrar la naturaleza de América del Sur. Léonce Angrand, por otro lado, es un diplomático y dibujante francés que viaja recopilando información y dibujando por varias ciudades. También está Francisco Javier Cortés, un quiteño que había sido dibujante en las expediciones científicas y que termina como profesor de dibujo botánico en la Escuela de San Fernando.

Ahora bien, si bien no fue un viajero, una de nuestras referencias gráficas principales ha sido Pancho Fierro, el cual logra en sus acuarelas dar cuenta de algo que queríamos resaltar en el libro: el hecho de que la Lima de la independencia era una ciudad llena de diversidad.

OTRAS FUENTES

Para el estudio de la independencia tenemos grandes fuentes. No hay que olvidar que para la celebración del Sesquicentenario de la independencia se elaboró la colección documental que sigue siendo muy importante para la investigación de este periodo. Igualmente, hay una gran cantidad de estudios que se han desarrollado recientemente a raíz del Bicentenario y que han llevado a repensar este periodo.

Como fuentes relevantes, tenemos también las descripciones detalladas de los viajeros de las que hablamos hace un momento. Pero, además, desde hace ya varios años, diversos aspectos referidos a la cultura y la vida cotidiana son tratados por un amplio número de historiadores en estudios muy rigurosos. Sobre los temas tratados en el libro, hemos consultado algunos trabajos dedicados por completo a desarrollar un aspecto específico, como puede ser la relación entre el teatro y los discursos políticos, de Jesús Cosamalón, y otros que abordan un gran tema general, como la música, incluyendo el periodo de la independencia, como el trabajo que realiza Eduardo Torres

EL MAR, EL RÍO Y LA SALUD

Hay varios aspectos que destacar sobre la asociación que se hacía entre el mar y la salud. En primer lugar, el común de la gente no vivía cerca del mar, salvo, por ejemplo, los pescadores o aquellos vinculados a las actividades portuarias en El Callao. Al mar se iba de visita, en ocasiones especiales. El río Rímac, en cambio, sí acompañaba de cerca las actividades diarias de los limeños.

Por otro lado, no es que hubiera un cuidado específico por no contaminar el mar (o siquiera conciencia respecto de que la basura contaminaba las fuentes de agua). Debemos tomar en cuenta que el tamaño de la población en la época era ínfimo para los estándares actuales: vivían en Lima Metropolitana entre 50 mil y 70 mil personas en comparación con los aproximadamente 11 millones que somos ahora.

Finalmente, el aspecto curativo del mar no estaba solamente en los baños, sino también en la brisa y el aire puro que se respiraba conforme nos alejábamos de las zonas más urbanizadas, donde el agua sucia corría libremente por las acequias y el humo de la basura quemada se respiraba casi permanentemente.
EL BICENTENARIO 

Creemos que el libro deja en claro que siempre fuimos un país muy diverso. Lima fue y es una ciudad en la que se encuentran hombres y mujeres de diversa procedencia social, económica, étnica y regional. Una segunda idea tiene que ver con la intención de acercar a los niños y niñas al pasado. Por un lado, hemos querido resaltar que la historia tiene por protagonistas a individuos comunes y que ello es importante para que se reconozcan como agentes de los procesos históricos. De otro lado, el libro muestra los cambios y continuidades a través de la ciudad, e identificarlos resulta fundamental para la construcción del pensamiento histórico.


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