Cuando PetroPerú le propuso festejar sus 50 años con una exposición de sus pinturas, Gino no dudó en aceptar. Y aceptó a pesar de tener una galería reservada en Roma para una exposición que ha pospuesto en esta ciudad hasta noviembre.  En casi tres meses pintó 20 cuadros de gran tamaño. Sí, 20. Esto se debe a que su trabajo es en serie, es decir, que trabaja dos o cuatro cuadros al mismo tiempo. Su velocidad ha sido elogiada porque a pesar de la rapidez con la que puede acabar grandes formatos, no descuida los detalles. Al respecto, señala que esto responde a un manejo de técnica (de planos, colores, texturas…) y a la claridad en las ideas que quiere crear.  

el comercio.

Transcribir esta entrevista ha sido complejo, sobre todo porque nuestra conversación fue como la creación de un camino en la bella espesura amazónica. Quiero decir, para caminar entre las hojas, tallos y troncos, siempre tienen que trazarse trochas, sin trochas no hay destino. Sin embargo, la magia de las trochas, lo sabemos, es la sorpresa constante,  es el paisaje nuevo y distinto que se produce a cada paso. Lo mismo con la conversación con Gino. Cada respuesta era un giro, una sucesión impresionante de paisajes como los de una siempre naciente trocha. Les invito a leer esta entrevista sobre la vida y obra de Gino Ceccarelli, impresionante pintor italo-amazónico peruano. 

lo que él quería era pintar

Mi madre siguió a mi padre hasta la frontera con Brasil. Nací en la selva, en un pequeño aserradero propiedad de mi padre, un italiano migrante que, junto a mi madre me dio 6 hermanos. Ninguno, de los cuales, por cierto, se dedica al arte. De la Amazonia me escapé a Lima a los 16 años para estudiar. Yo tenía claro que quería dedicarme a la pintura. Esto era lo único que quería, no tuve crisis existenciales. De hecho, a los 7 u 8 años ya hacía retratos. Y conservo esa pasión. Por eso he intentado hacer propuestas menos figurativas, pero lo que quiero decir se entiende mejor con lo figurativo. Y eso me gusta más. 

él, por él mismo. 

el arte y la amazonía

El amazónico tiene mucha facilidad para todo lo plástico: danza, música, pintura. Creo que en general, todos los amazónicos son muy imaginativos, y esto es, en parte porque han crecido escuchando una literatura oral muy rica y llena de recursos expresivos. Es decir, a todos nos amamantaron con mitos y leyendas, ese mundo que llevamos dentro es muy fuerte. Por eso creo que los amazónicos tenemos mucha facilidad para los metalenguajes. Tenemos una plasticidad natural. 

el chullachaqui intervenido.


de la selva a europa

Lo que aprendí en Europa, donde estudié arte es el rigor del trabajo: exigirse al máximo. Yo que venía de una sociedad (la amazónica) en la que estaba acostumbrado a que me dijeran: “déjalo ahí”, “ya está bien”, “qué importa”… Entonces, conocer el rigor de hacer las cosas lo mejor posible me cambió no solo personalmente si no también artísticamente.

saliendo del museo del hombre, paris

Es decir, sigo siendo caótico a mi manera, pero tengo rigor y disciplinado en mis 8 o 10 horas diarias, investigo, no se trata de que me cuentan una historia y yo la pinto. Lo que hago es leer mucho de antropología y de diferentes temas para saber qué puedo hacer con los mitos. Hay algunos a los que transformo, que los digo muy a mi manera. Es importante saber hasta dónde llega el respeto. Los mitos nativos, para mí son Historias. No se les pueden llamar leyendas, menos cuentos y menos de modo peyorativa.

gino ccecarelli

la poesía y la pintura

Muchos de mis cuadros salen de poemas. Por ejemplo, poemas de Mallarme y de Walt Whitman. Mira este cuadro, es muy sencillo, trato de mostrar tanta tecnología, tantos conocimientos, tanto saber, pero al final terminamos cazando huanganas. Hay algo que no cuadra en el ser humano, seguimos siendo primitivos, de hecho, lo seguimos siendo mientras más tecnología (destructiva) encontramos.

La generación del 60

Yo fui muy amigo de los poetas de esta generación. Fui muy amigo de Marco Marcos, de Arturo Corcuera (que vivía cerca del departamento de Calvo), Rodolfo Hinostroza. Y después ya me hice amigo de los poetas de la generación del 70. Yo tengo más amigos poetas que pintores. Incluso cuando viví en Barcelona tres años, mis amigos eran Goytisolo, Juan Marsé (con quien compartía mucho tiempo) y amicalmente siempre estuve más ligado a la poesía. 

ceccarelli a la izquierda, con la familia del poeta arturo corcuera y con éste al medio, le sigue rosina valcarcel, victor escalante, y ricardo tremolada

También tengo amigos pintores, pero esto es más reciente. Quizás esto ha sido porque estuve fuera del Perú por mucho tiempo: 17 años en París, en Barcelona 3, en EEUU 1 año y entre España e Italia otros varios años… Me he dejado llevar por la vida.

más lecturas poéticas y plásticas

En la pintura, me interesa mucho el trabajo de Ignacio Merino, Montero, Bacaflor, que técnicamente son muy buenos y me gustan mucho. Algunos más actuales, Szyszlo, claro, tiene obras muy interesantes. De otro lado, por los pocos años que tienen Brus (Rubio) y Rember (Yahuarcani), por ejemplo, están haciendo obras de altísima calidad. Lo mismo en Cantagallo. Encontramos artistas jóvenes que están avanzando mucho.

En poesía me encanta Martín Adán, Xavier Abril, Romualdo, y hay muchos más, en realidad. Rodolfo Hinostroza es un gran poeta también. Nosotros solíamos cocinar juntos, yo lo quería mucho. De hecho, sobre la cocina puedo decir que es una de las cosas que más disfruto: crear platos. En mi casa yo solía cocinarles a mis hijos. Y de hecho, disfruto de cocinar con un buen vino cerca. 

CÉSAR CALVO: "MEZCLA DE ÁNGEL Y DEMONIO"


En realidad fue Arturo Corcuera fue quien definió a César (Calvo) como una mezcla de ángel y demonio. Y no le faltaba razón. De un lado, él paseaba entre los polos del machismo, clasismo hacia la generosidad y lealtad a amigos y a desconocidos. Por ejemplo, él dedicaba su tiempo a los que estaban enfermos o en depresión. También te podía sorprender con regalos y actitudes de gran valor, a muchos de sus amigos músicos les regalaba equipos costosísimos, a escritores máquinas de escribir, a poetas libros imprescindibles y a pintores materiales y colores.

No obstante, también tenía celos injustificados con sus parejas y tenía actitudes que eran justificadas por el machismo de la época.

Yo lo conocí tenía 19 años: él estaba tomando en un Bar llamado La Capilla, en el jirón de la Unión. Me acerqué a hablar con él porque yo había leído Las tres mitades de Ino Moxo y tenía algunas preguntas flotando. Me invitó a sentarme, tomamos unos tragos, y le comenté que andaba buscando un taller para pintar. En ese tiempo yo estaba en mi segundo año en Bellas Artes. Esa misma noche, César me dio las llaves de un departamento que tenía en Chaclacayo.

gino ceccarelli con César calvo y Pablo Milanés en el bar la capilla

Luego, viajamos juntos, escribimos muchos poemas juntos, incluso, a dos voces. Él siempre hacía escribir a sus amigos, andaba preocupado de que los demás también escribieran


"Entre el semi cielo y semi mundo"

Les dejo un video muy corto para que vean un poco de la exposición y la visiten.