Nuestras historias de migrantes no son idílicas, se nos suele vender la idea de un migrante que sale adelante con su lucha individual, supera todo obstáculo y se hace a sí mismo hasta lograr el éxito que se evidencia en lo material. Esto es un cliché, más aún cuando se trata de nuestras mujeres, las historias de nuestras abuelas y madres delatan un Perú aún racista y sobre todo machista que ha tratado de amoldar violentamente a las mujeres en márgenes de lo esperado.

Mis abuelas vinieron de Ancash y el Cusco, a una Lima dura y ajena, sin posibilidad de estudios por justamente ser mujeres, con la fuerza indómita de su corazón y sus cuerpos. Mi abuela materna regresó a su querido pueblo bastante hastiada de Lima y no quiere volver más, pero permitió que mis tías y mi madre sí regresaran a educarse. Ahora, en base a su trabajo, muchas de ellas, como empleadas del hogar muy jovencitas, siempre alertas a todo tipo de acoso, luego al ser madres, casi todas dejaron de estudiar e inmolaron sus vidas por nosotros y nosotras, inmolaron sus sueños y rebeldías, su libertad.  

En este azaroso camino entre la añoranza de sus orígenes y el desarraigo, el quechua se fue perdiendo, las fiestas patronales se fueron haciendo más lejanas, las polleras desaparecieron y los cantos mutaron. 

Para mí revalorar y empoderar a nuestras mujeres es una suma de todo su vivir, de su identidad cultural, su lucha por la tierra, por su naturaleza, pero también su derecho al disfrute, al goce, a rebelarnos con razón contra una vida de martirologio. Hemos logrado juntas nuestro derecho a decidir en todo aspecto y todo horizonte, hermanadas, diversas, unidas, por eso siempre me reafirmo en ser una creadora feminista, soy inmensamente feliz y orgullosa de ser una artista feminista, en un país y un mundo como el que vivimos esta es una decisión de sentido común. 

El feminismo no es el cuco que se busca estigmatizar, es la lucha en amor, por la igualdad, por un mundo sin violencia machista, más justo y solidario para todos, todas y todxs. Y es por eso que además de mis obras de crítica social también están aquellas obras donde busco esencialmente una mirada esperanzadora para nuestras niñas, donde las miradas son tiernas, pero siempre fuertes y libres. 

Además de la pintura, también elegí el indumento como forma de expresión de este sentir. 

Al principio intervine las polleras para usarlas en performances o instalaciones, quería acercarme cada vez más al espectador o la espectadora para finalmente hacer del indumento mismo una creación-símbolo y parte de este empoderamiento, pues aquellas polleras son parte de nuestra vivencia, de nuestro andar, danzar, del gozar, herramienta de nuestras madres y abuelas para trabajar y lugar. Las polleras son parte de nuestro legado cultural y son parte de nuestro camino labrado como hijas, nietas, hermanas.

 Por todo esto también el nombre de mis polleras: “Corazón Carnaval”, porque ese es mi sentir como Mujer, es decir un corazón indómito, rebelde en sus colores intensos, empoderado en su voz y en sus sentires, orgulloso de sus raíces, libre y danzante.

Urge cambiar, reconstruir nuestro país, soy parte de una generación que fuimos niños en los 90s, que conocimos profundamente de la violencia política y la corrupción, y siento que esto nos ha conmovido y nos compromete como artistas y especialmente como ciudadanos. 

Hubo muchos años en que la desinformación, el negacionismo, el miedo y el individualismo trataron de borrar nuestra conciencia crítica pero es imposible, en hechos más recientes como los que vemos ahora se ve claramente que no ha habido un cambio real. Nos toca luchar por ello. Desde el arte, la educación y la cultura siento que es posible también y por lo tanto es urgente. Historias como la de Mamá Angélica, luchadora incansable, de corazón tan cálido y voz tan conmovedora, nos dan fuerzas, nos rebelan, nos comprometen. 

Hace poco participé del libro Historia de una Peruana, allí se cuentan las vidas de 59 peruanas que salieron adelante frente a toda adversidad y son ejemplo de coraje y talento. Celebro que seamos conscientes de que la educación en igualdad con enfoque de género para nuestros niños, niñas y niñxs es una tarea que nos convoca a todxs, y que los miedos oscurantistas que tratan de impedirlo deben terminar. Las historias de nuestras Mujeres son ejemplo de valentía, sororidad, igualdad, diversidad y amor por nuestras culturas

CORAZÓN CARNAVALes un emprendimiento social al que le entrego todo mi corazón, pues a través de la venta de mis piezas de diseño e indumentaria con identidad, puedo recaudar fondos para llevar mis Talleres de Muralización, a más Niños y Jóvenes de diversas comunidades de nuestro país, inspirándolos a sumar con amor para construir un Perú con buenos valores, igualdad de derechos y amor por nuestra diversidad cultural.  

Por otro lado, CORAZÓN CARNAVAL también busca mostrar mucho de lo maravilloso que crean nuestras Mujeres, desde el arte, la poesía, la música y la performance, por ello cada mes organizo un #CreaLuchaSueña, que es un #CompartirDeMujeresCreadoras, y para esto invito a diversas y destacadas creadoras para que nos cuenten su experiencia en medio del contexto social en el que vivimos y para que nos muestren y compartan un cachito de su arte.

El próximo #CreaLuchaSueña será este Miércoles 5 de Setiembre a las 7pm en mi Showroom CORAZÓN CARNAVAL (Calle Ayacucho 282, Miraflores). 

Nos acompañarán las talentosas La Lá (cantautora), Muki Sabogal (actriz y cineasta), Cecilia Rejtman (performer y poeta) y Lupe Benites (cineasta y gestora cultural), todas creadoras y activistas, habrán sorpresas muy especiales, también podrán participar en la Expo Venta de mi obras de arte, como grabados gicleé con mis ilustraciones, así como mis piezas de diseño e indumentaria de CORAZÓN CARNAVAL. 

El ingreso es libérrimo, los y las esperamos para compartir una noche sumamente inspiradora, están invitados con todo el corazón.