Trabajo, belleza y dignidad
Desde hace un tiempo veo que amigos y amigas se interesan por polos con diseños de la marca Pietà. De hecho, son más de 50 mil personas que siguen el Facebook de esta marca y que activamente comentan y preguntan por los diseños, tamaños y colores de diferentes prendas.
Encontramos algunos polos con la figura de Túpac Amaru, o con la silueta de Máxima Acuña, y otros, con fotos de textos: una página de una sentencia judicial, o la definición de la palabra "huir", por ejemplo. Otros que apelan a platos de comida, a frases conocidas, y otros que mezclan ambos: la comida y alguna expresión:
Nadie se salva de los encantos de Pietà. Su estilo y estética comienza a marcar una cierta ruta. Yo misma quise comprarme uno de estos polos con diseños creativos: el de una jugada de gol, el de un gato contando su mala suerte, o el de algunos barrotes cayéndose como si fueran naipes.
No obstante, cuando ingresé al Facebook a preguntar dónde conseguirlos, leí un poco del contexto en el que se elaboraban estos productos, y me di cuenta de que lo valioso no recaía en su atractivo estético, ni únicamente en su calidad (solo materiales naturales y ecológicos) sino en su propuesta per sé.
Estas prendas son realmente "auténticas". Ahora les cuento por qué.
La idea de crear esta marca, que realmente es un proyecto social mucho más amplio, fue de Thomas Jacob, mi entrevistado. Y su proyecto -y no solo marca de ropa-, es auténtico, como él mismo me dijo, porque estas ropas no se venden únicamente en Lima, sino también en Nueva York y París, y están confeccionadas enteramente por los reclusos de la cárcel de San Juan de Lurigancho, y antes Santa Mónica y San Jorge.
Pero no solo eso, sino que ellos, los reclusos, son también los modelos. Dicho de otro modo, este es un producto que con todos los "peros" que se quieran buscar, nos demuestra que, como nos ha dicho Thomas, en la cárcel existe talento, belleza, y es un lugar con mucha potencialidad para generar trabajo y para reinsertar a las personas que están cumpliendo condenas. Al menos este trabajo, en el que ellos se involucran y se esmeran en participar, no solo les genera orgullo, y les hace sentir parte de algo más grande e importante, sino que ellos mismos muestran su trabajo con su cuerpo.
Doble belleza: la que confeccionan, y la que muestran. ¿Se esperaba esto de un espacio marginal y estigmatizado como la cárcel?
- el nombre: "pietà"
Pietà significa "piedad" en latín y es la referencia a la escena de la bíblica de la Piedad. Pero también se refiere a la escultura de Miguel Ángel que representa la muerte de Cristo. Lo que me parece interesante de esta escultura es que es una escena muy dura, pero a pesar de la dureza de lo que representa (la muerte de un hijo, y una madre sosteniendo ese cuerpo) no vemos llantos ni gritos, sino que el destino está aceptado.
Sucede lo mismo en las cárceles: la gente acepta sus sentencias. Nadie llora ni hace escándalos, nadie está desesperado. La gente acepta dignamente su sentencia. Eso es lo que yo veo. A eso responde el nombre.
En esa línea de aceptación, el logo de la marca representa los días contados, los días que van pasando de la condena, que también pueden leerse como una gráfica de las rejas.
- El proyecto pietà
Como ya comentamos, Pietà es una marca de ropa urbana (camisetas, chaquetas, pantalones) que produce sus prendas enteramente dentro de cárceles. En su elaboración participan aproximadamente 40 reclusos. Cada pieza es única, numerada, hecha en una edición limitada y firmada por quien la hizo. ¿Cómo lo notamos? Las etiquetas de la ropa llevan el nombre de los internos que las hicieron: ese reconocimiento los obliga a cambiar de actitud, pensar en trabajar y ya no pensar en volver a delinquir.
Los reclusos además, reciben un porcentaje de las ventas que sirve para ayudar a sus familias, y su condena se acorta por cada día de trabajo.
Con todo esto queda claro que además de ser una marca, Pietà también es un proyecto. Uno que se describe como impertinente e irreverente, ingenuo e independiente. Distante de los diktats del marketing, interesado más bien por poner sobre la mesa una visión alternativa de la moda. Una en la que se incluyan los mismos artesanos que la elaboran, modelándola, y en la que se insertan nuevamente en la sociedad, no solo porque la confeccionan. Sino porque el producto es bueno, y deseamos tenerlo. Es decir, porque apreciamos su trabajo. Se desplaza entonces el estigma del recluso, del delincuente, por el del trabajador que además, produce belleza.
- el creador de "pietà": THOMAS JACOB
Nací en Bretaña, un pueblo que está en la costa oeste de Francia, ahí estudié la primaria y la secundaria. Luego tuve que ir a la ciudad para estudiar derecho. También estudié marketing, en una escuela de negocios. Luego estudié diseño. Y un día tenía que hacer una práctica fuera de Francia y lo hice para una marca de ropa francesa que produce ropa en Perú y así llegué aquí. Hace 6 años que llegué aquí a Perú.
- nacimiento de pietà
El ingreso a la cárcel fue por casualidad, realmente. Como te decía, yo hacía unas prácticas, era estudiante. Y tenía una amiga francesa que daba clases de francés en cárceles, y un día me invitó a ver una obra de teatro que habían hecho sus alumnos. Ahí conocí a los internos. Ellos tenían máquinas de coser, máquinas para hacer estampados, máquinas para hacer tejidos, pero no tenían trabajo. Entonces pensé que yo podía ayudarles, ya que tenía un poco de experiencia en eso. Y así empezamos. Yo traje los materiales, hice unos diseños y así empezamos.
- logros y decepciones
Hasta ahora no ha habido grandes problemas. Nos la hemos pasado muy bien. De hecho, no me he puesto metas, ni objetivos, sino que todo ha salido poco a poco, todo ha ido fluyendo. Por eso que es que no he tenido decepciones ni alegrías muy grandes. El potencial es grande y no me pongo límites. Veremos. No tengo tampoco momentos más valiosos. Nada me sorprende. No hay por qué.
- dignidad y trabajo
Estar en la cárcel no es gratis. Tienes que pagar para todo. Además de eso, todos los internos que tienen familia siguen con sus responsabilidades de padres de familia, y tienen que seguir generando dinero para su familia, para que sus hijos estudien y coman. Entonces es necesario el trabajo.
Claro, si tienes ahorros puede que no hagas nada y te quedes esperando tu salida, pero la gente ahí usualmente quiere hacer cosas. Además, usualmente el trabajo les ayuda a cambiar el ánimo, pero este cambio de ánimo depende de ellos mismos. El trabajo les genera orgullo, hacer algo por sus familias les cambia mucho el panorama. Por eso creo que sí el trabajo puede ayudarles a superar el encierro, porque les dignifica un poco no solo como humanos que no producen que no hacen nada para su familia, o para la sociedad. En ese sentido el trabajo puede ser una buena terapia también.
- dónde lo encuentras
Encuéntrenos en el JOCKEY PLAZA
(Nuevo Hall, 2ndo piso, a la espalda del patio de comida)
PLAZA NORTE (1r nivel, Galería Sur, costado Banco Falabella)
También se pueden hacer pedidos aquí: http://www.projectpieta.com