"Un barco se hunde" fue una creación colectiva, dirigida por Mateo Chiarella, que se presentó del martes 11 al lunes 17 de julio del 2017 en el auditorio del LUM - Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social, de Miraflores. Las funciones, libres y liberadas estuvieron repletas de asistentes que salieron de la obra conmovidos y, menos mal, con preguntas más que con respuestas. Para nuestro infortunio, esta obra no va a ser repuesta y aunque ha llegado a un gran público a través de sus presentaciones, nuestra entrevista responde a profundizar en algunos temas relevantes y a acercar a quienes no la vieron a las problemáticas que esta obra expuso. Asimismo, creemos que esta puesta es una propuesta inteligente, muy bien realizada, y recontra interesante para repensar la violencia y la memoria en nuestra actualidad. Pero claro, nos preguntamos: violencia contra quienes, violencia cuándo, memoria ¿por qué?, todo esto lo responde de una u otra forma, esta brillante puesta. 

el poderoso. créditos: peru informa

Comencemos describiéndola para los que no la han visto: 

"Un barco se hunde" explora cuatro historias en paralelo a través de la actuación de 13 actores que son, a su vez, alumnos del séptimo ciclo de la Especialidad de Teatro de la Facultad de Artes Escénicas de la PUCP. Uno de los temas es el feminicidio: vemos a una pareja en la que el hombre maltrata a la mujer y llega a asesinarla; luego, escuchamos claramente las voces de las víctimas del abuso sexual cometido por los sacerdotes pedófilos; en tercer lugar, escuchamos a un hombre adicto al poder que discute con monos, con primates sobre cómo dominar al mundo, y finalmente, también están cuatro amigos que viven felices hasta que se encuentran divididos por una pared. Esta pared infinita, este muro invisible, hará que aparezcan odios, miedos, inseguridades y veremos cómo cambian las relaciones entre estos amigos, luego convertidos en enemigos capaz de hacer lo que sea por comida y agua.

el elenco. fuente: mezzanine vip

 Finalmente, aparece una reconocida pianista que recibe en brazos el cuerpo de su hijo muerto, y que parece ser la sobreviviente del naufragio de este barco, del que no sabemos si existió o no, ya que nadie pregunta por él: esas víctimas parecen no ser recordadas por nadie. Es a esto a lo que apunta el final del drama, a la paradoja de qué es lo que recordamos y qué es lo que no, a esta pugna por lo que se olvida, o mejor dicho, a esta lucha por salir de la invisibilidad, por perseverar en alguna voz. Quizás esta sea la parte más conmovedora, el darnos cuenta, como espectadores, que estas historias, estos padecimientos y angustias, estas verdades y lágrimas se han convertido en una gota en medio del océano. Nos preguntamos entonces, si algo así sucede con las víctimas que día tras día encaran ser parte de una estadística más...

El elenco, impecable, alucinante, de primer nivel está conformado por Déborah Baquerizo, Miguel Dávalos, Daniela Hudtwalcker, Micaela Mercado, Stefany Olivos, Álvaro Pajares, Omar Peralta, Alejandro Pérez, Ilda Polo, Yaremís Rebaza, Rosella Roggero, Isis Rojas, Daniela Trucíos. Y a quien "escucharemos" ahora, es a su director, o capitán, Mateo Chiarella.

El director

Soy director de teatro. Vengo de una familia dedicada al teatro, soy parte del Comité ejecutivo y productor artístico de Aranwa Asociación Cultural. También soy profesor en la Facultad de Artes Escénicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lo que intento a través del teatro, es contar una buen cuento, entretenido e inteligente, que sea capaz de trascender; es decir, tener una buena trama que a la vez nos lleve hacia lo social o filosófico.

mateo chiarella. foto: agendame perú

"un barco se hunde": el inicio

A raiz de un curso del 7mo ciclo de la Facultad de Artes Escénicas de PUCP. La promoción estaba dividida en dos grupos. Uno a cargo de Ana Correa y el otro a mi cargo. La idea era hablar sobre algo que involucre a los chicos, que tome en cuenta sus ideas y formas de ver el mundo. Las temáticas vinieron de trabajos de reflexión personal sobre su pasado, angustias y la de la gente que los rodea.

citas de alfonsina storni y walt whitman
En verdad, estábamos buscando material literario que usara el mar como símbolo de un determinado orden. Cuando encontramos esos poemas, sentimos que resumían muy bien lo vulnerable y la dominación.
acerca del muro que separa
Hablar de un muro específico es reducir el problema. La pared es un símbolo de la separación absurda, del intento de pensar desde el individuo y sus intereses. Nosotros no pusimos la pared allí y sin embargo, le hacemos el juego, y nos sentimos superiores, especiales, y nos insultamos y nos asqueamos del color del otro, de su lugar de origen; y pensamos que este “otro” nos va a robar, nos va a contaminar, nos va a meter el carro, o simplemente nos va a estorbar.

los cuatro amigos que luego fueron separados por una pared. fuente: lima social diary

el testimonio de las víctimas

Sí, recopilamos testimonios reales. Es increíble que nuestro estado y la población no proteja a los niños: nos llenamos la boca diciendoles a los profesores y directores que intentan el equilibrio de género “con mis hijos no te metas” y los curas con evidencias de haber maltratado, hostigado, violado a nuestros niños, bien resguardados por la iglesia, el estado y el propio Vaticano. ¿Qué mundo es este? Todo al revés. Aquí hay un problema: un grupo de poder nos quiere hacer pensar que la iglesia es Dios y por ende intocable. Y no reclamamos, no peleamos, no denunciamos. Si existe un Dios, estaría absolutamente deprimido de ver en lo que nos hemos convertido.

los actores que en la puesta asesinan al sacerdote pedófilo. fuente: ernesto jerardo

Efectivamente, si olvidamos, nos hundimos

Hablar sobre el contenido de un símbolo es difícil por no decir poco recomendable. Me provoca más hablar sobre el simil que haces, en vez de hablar sobre “lo que quisimos decir”. 

Efectivamente, si olvidamos, nos hundimos. Porque un país puede ser pobre y seguir luchando, pero saber que ya no tiene aquello que la memoria da: dignidad y moral, entender eso, es entender entonces que somos ya tierra de buitres.

los actores que encarnaron el tema del feminicio.

la madre/la memoria/la música

Andrea Cabel: - Aparentemente quien sobrevive al accidente y vive para contarlo, es decir, quien aún tiene memoria, quien aún puede narrar, es la madre que ha perdido al hijo por su propia falta de atención, justamente, por la música. ¿Cómo así la música aparece como una doble respuesta? Ella decide empezar de nuevo, ella es salvada por la música de las aguas. ¿Cuál es el mensaje musical en esta obra? ¿hay alguno?

Mateo Chiarella: Ella no prestó atención y perdió lo más importante en la vida: un hijo. Luego, empieza de nuevo y sale a decir la verdad, a no callar. Pero otra vez, pienso; hablar sobre lo que se quiso decir es menos atractivo que escuchar las interpretaciones que haces. Me llena de alegría lo que mencionas, porque siento que hay un simbolismo muy claro, que ha hecho efecto en ti. Tú le has dado sentido y eso solo puede llenarme de orgullo en torno al trabajo de los chicos. Más allá de la función de la música, o del artista en una sociedad, es importante reconocer que si una sociedad no tiene ese “algo” que la salva, entonces ya está efectivamente hundida. La obra debería en ese caso haberse llamado, “el barco se hundió”

los monos y el progreso

Andrea Cabel: - Sobre los monos: la escena es impresionante, aquella en la que hay una lucha entre simios y el que por fin “tiene la espalda erguida”. Es la lucha por el poder, es el deseo por el poder. Lo que me resulta llamativo es el papel de la evolución del hombre, que ni bien logra ver el paisaje desde otra altura, comienza a planear conquistas. ¿Qué representan los monos frente al dictador? ¿Es algún pueblo que quiere rebelarse pero que no sabe como? Pregunto esto porque los monos quieren rebelarse, intentan hacerlo, reaccionan a las palabras. No les gusta ser llamados “bestias”, les gusta ser llamados “hermanos”, ¿entonces? ¿Quiénes son ellos? ¿Qué tipo de “pueblo” representa?

Mateo Chiarella: Creo que explicas la obra perfectamente. Es una visión muy válida, desde que hablas de la evolución y sientes que hay seres que se levantan sobre otros, ya no hablas de un pueblo específico sino de la humanidad. “Yo te oprimiré, pero te llamaré hermano y eso te hará sentir seguro, feliz, conmovido” Es ahí donde perdemos la perspectiva.

¿Se repondrá la obra?
No creo. Pertenece a un curso determinado. En el siguiente ciclo, los chicos abordarán un nuevo montaje. Para mí, unos días de descanso y luego retomar la enseñanza y producir la última obra de Aranwa sobre la vida de mi bisabuelo: Leonidas Yerovi.