En la “Introducción” de su libro Voces más allá de lo simbólico el crítico Víctor Vich se pregunta “¿Por qué la sociedad contemporánea evade a la poesía? (19) él apunta una única respuesta, cito: “La respuesta no es otra que porque ella reta las representaciones establecidas y porque propone significados inéditos que no aparecen en otros ámbitos de la cultura” (19). Dicho de otro modo, para Vich la poesía es un discurso profundamente subversivo en tanto invita a mirar de diferentes maneras algo que ya considerábamos conocido. 

En ese sentido, la poesía “porta una palabra diferente” e ilumina; más claramente, permite que seamos testigos de cómo se experimenta el aprehender algo que nunca puede atraparse, algo como la memoria, que es una realidad contenciosa, como sostuvieran Félix Reátegui, Ponciano del Pino y José Carlos Agüero recientemente en un curso sobre Memoria y Violencia dictado en el LUM. Si entonces, la memoria debiera de entenderse como plural, divergente, como situada entre relaciones de disputa por ocupar un mismo espacio simbólico, esta se configuraría como un proceso selectivo en el que hay intencionalidades y rasgos inconclusos. 

Pensando en todo esto, en cómo se va reconstruyendo el pasado, en cómo se le piensa o como cambian las posibilidades de simbolizarlo, este poemario, Materia Oscura (2017) del crítico y  poeta Carlos Villacorta, responde desde la transgresión a la que apuntaba Vich, y plantea con originalidad, otras formas de pensar los años de posguerra y la mirada de vuelta hacia los años de violencia por los que atravesó el país. 

portada del poemario

 

El vínculo: ENTRE LOS GRIEGOS Y LA ACTUALIDAD
Si volvemos a los textos clásicos, ni la Iliada ni la Odisea cuentan la guerra en su totalidad; el primero canta un pasaje de la guerra: la cólera de Aquiles; el segundo, el viaje de regreso de Odiseo a Ítaca donde, en un momento, se cuenta el final de la guerra. Esta última es la aproximación que me interesaba: la construcción de los hechos posteriores a la guerra desde una memoria que, teniendo presente la guerra, se cuestiona y se niega todo el tiempo a contar su experiencia.
el miedo en "Materia oscura"

Yo tengo la impresión de que Odiseo regresa a Ítaca no solo porque es su hogar sino porque tiene miedo: ha visto a la muerte de inumerables maneras y no puede continuar viviendo de la misma manera. El miedo es un estado de alerta frente a una amenaza real o imaginada. Este puede ser provocado conscientemente por el Estado, como la dictadura de Fujimori; o por un grupo armado, como lo fue Sendero Luminoso; ambos con el fin de controlar la sociedad. Sus variantes (temor, pavor, terror, angustia, etc.) las exploro en el libro donde el poema más explícito es el poema “El Terror [los poetas cantan la guerra]”. Ahí no intento una definición sino una genealogía utilizando versos de otros poetas o textos para crear un texto polifónico. El primer verso de ese poema “He oído su voz y tuve miedo” es la primera referencia al miedo que hay en la Biblia, cuando Caín escucha la voz de Yahveh llamándolo: es el miedo a la autoridad, a la culpa por haber asesinado a su hermano. Es un tema fascinante que debería estudiarse más para entender a nuestras sociedades latinoamericanas.

carlos villacorta. foto: victoria guerrero

Otra vez el miedo: ¿cómo pensarlo en tiempos de postguerra?
No solo desde tiempos de la posguerra, sino como parte histórico-psicológica de nuestra sociedad. ¿Qué subjetividad ha creado en nuestros padres y nosotros vivir constantemente bajo la violencia de la guerra, de la dictadura, de la precariedad económica? Es interesante que en los Estados Unidos la cantante Nina Simone definía la libertad así: “vivir sin miedo”. El día de hoy, el mundo vive bajo el paradigma del miedo que sujetos violentos imprimen en nuestras sociedades para, como dije, poder controlarlos y continuar con sus agendas fascistas. Es necesario enfrentarse a estos discursos con protestas como las que ha habido en Hamburgo a propósito del G20 o en Perú a propósito del indulto a Fujimori. Punto aparte, la materia oscura es muchas cosas en el libro, no solo remite al miedo o la violencia, sino también a la poesía.
El indulto y la violencia
El indulto es más que un problema político del gobierno de turno, es un problema social y es parte de las consecuencias de la guerra. ¿Traerá paz a los peruanos el indulto a Fujimori? La respuesta es muy simple: no. ¿Qué es lo que traerá? Violencia, desestabilización social, desquebrajamiento de las ya frágiles instituciones democráticas. Es decir, acentuaría aún más las diferencias ideológicas entre peruanos provocando, posiblemente, un caos generalizado donde se volvería a repetir la historia: quizás un golpe de estado, muy posiblemente otro gobierno autoritario de derechas. En ese escenario, lo único que le queda al presidente Kuczynski es dejar que Fujimori cumpla su condena, afirmar sus vínculos con los ciudadanos para poner en jaque al congreso fujimorista. El problema de fondo sigue siendo ese mesianismo-caudillismo autorista que no nos deja formar una nación democrática. Por eso, seguiremos desmembrados como dice el mito de Inkarri.

marcha no al indulto. fuente: lamula

¿hAY LUGAR PARA EL OLVIDO EN "mATERIA OSCURA"?
Difícilmente. Frente al crimen, hay tres formas de respuesta: la venganza o castigo, el perdón y el olvido. Si hay un castigo, es posible el perdón y el olvido; como dice la máxima “perdona y olvida”. Slavoj Žižek cuestiona esta idea con la frase “perdona pero no olvides”, es decir, el criminal siempre quedará marcado por su crimen aún después de haber pagado su culpa con prisión. En una sociedad como la peruana, donde todos los días se ve la injusticia y el atropello al ciudadano en los espacios públicos (supermercados, cines, buses, la vía pública, etc.) y en los que, en muchos casos, no se aplica una sanción, no es posible el olvido mucho menos el perdón.

marcha no al indulto. fuente: lamula

EL TRABAJO DE LA MEMORIA
Los sobrevivientes son los hijos, los nietos, las víctimas, y por supuesto los protagonistas mismos de la guerra. Desde la publicación del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (2004), se ha escrito una gran cantidad de poemarios, novelas, obras de teatro, películas, testimonios, que lidian con el tema de la guerra. Podemos decir que la imaginación o la creatividad se ha disparado para acercarse a ese tema que nos interpela. En este sentido, pienso que escribir sobre el tema puede ser una tortura personal, es decir que se crea una relación difícil entre el escritor y la realidad que se quiere representar. Encontrar una forma no es un trabajo fácil; sin embargo, es necesario en la continua creación de la memoria.
EL TERROR (1)[Los poetas cantan la guerra]

He oído su voz y tuve miedo 

un miedo de ser un animal de blanca nieve

dice que la muerte es miedo es amor

dice que no sabe

Tengo ese miedo práctico, este día

espléndido, lunar, de ser aquél, éste tal vez

¿dice que la muerte es miedo es amor

dice que no sabe? 

Y me divertí con su miedo,

con su amarillo, sucio miedo,

con su miedo a morir de miedo,

pues no eran hombres sino miedo

¡dice que la muerte es miedo es amor

dice que no sabe!

Y TUVE MIEDO

porque sabían que al ser humano

se lo conduce con el terror

se lo convence con el terror

[para aquellos que ya hemos abierto una puerta

no hay regreso de la locura] 



(1) Los poetas de la materia oscura también han conocido que el lenguaje no solo es perverso, es también un canto para aproximarse al horror: Caín, César, Alejandra, Gonzalo, Carlos, Luchito. La lista se pierde entre los restos.



PALABRAS PARA DEFINIR EL MIEDO

[Más allá de las Columnas de Hércules]

 

Cuatro poetas queman sus libros en medio de la noche

de sus páginas incendiarias sonríe un cráneo de fuego

que silencioso deja ver que nuestra historia

es la de aquellos que mueren sin que nadie los entierre.

Porque Nadie nos ha dicho que hemos ganado una guerra

Nadie nos ha gritado en la calle por el color de nuestro cuerpo

Nadie me ha abrazado y sonriéndome ha cerrado el portón donde bailan los otros

Nadie ha enterrado a nadie en el amplio territorio nacional

mi país es sagrado

porque sobre esos cementerios ahora se yerguen los centros comerciales

insignes tumbas del capitalismo

a mí me habían dicho

no le tengas miedo a los muertos

que ya nada pueden hacerte

los muertos que tienen un único nombre plural

En una habitación de la ciudad, otro poeta se amordaza contra su lecho,

enciende en su cuerpo los versos que tatuó el sol

y el pequeño barrio limeño es una supernova

su cuerpo una bomba

las estrellas que verás no son aquellas de las que hablaba Mallarmé

de ahí no nacerá ningún universo ningún lenguaje sagrado

un único agujero negro sobre el cual armar los cimientos

del delicioso edificio de departamentos.

a mí me habían dicho

el mundo se abrirá como una rosa

con solo mirarlo

pero yo solo he sabido pulverizarla Alejandra

No muy lejos, Victoria se incendia desde lo profundo

a los que no saben de su amor

a los que no saben cuántas veces

nuestro país ha sido consagrado

al golpe y al atropello de sus innumerables ciudadanos

donde la muerte ha desordenado los miembros del cuerpo nacional

en alguna fosa o huaca los muertos hablan con los muertos

en alguna fosa o huaca insignes tumbas del capitalismo

Más allá, en las fronteras de un país, miles de mujeres

son enterradas boca abajo de los pies de los hombres

que no las aman

ellas las Mujeres-Lázaro

las que no conocen palabra bendita

porque no hay palabra bendita que las pueda resucitar

solo saben que el morir es un arte terrible

que los hombres han enseñado extremadamente bien.

a mí me habían dicho no tengas miedo

Pero escuché su voz y tuve miedo

porque su sonrisa era la que imprime el odio

como fuego sobre la piel.

Y he llamado, he llamado

he llamado hacia Nunca misteriosa raza de Caín

Y solo he visto en aquellas sombras

la respuesta que encadena siete veces nuestra lengua.

Porque Nadie nos ha dicho que hemos perdido una guerra

y que cualquier regreso no durará diez años

Nadie nos ha abrazado ni abrigado por el color de nuestros huesos

Nadie te ha besado y sonriéndote te ha limpiado de la frente

Tu bendita frente

la ceniza y el polvo que traes del desierto

insignes tumbas del capitalismo.

¿Cómo comenzar, hermanos, este oscuro arco iris de fuego

frente al cráneo sonriente que ya ha consumido las páginas de la Historia

aquellos versos que llamas Poesía?

En el viaje hacia el abismo donde proyectamos la memoria

Arder sea y no otro nuestro significado.

carlos villacorta. foto de luis frías



Carlos Villacorta Gonzáles 
Foto de portada de Lima en escena