Rodolfo nació y murió escorpio. No tengo que comentar demasiado sobre lo que ha significado el fallecimiento de este gran poeta, de esta gran persona. Cada uno se toma su tiempo para decir las cosas. Yo por ejemplo, me enteré  de su fallecimiento de una forma horrible, a través de una ventanita ridícula de Facebook, a través de una conversación accidental con alguien con quien no hablaba hace meses. Alguien que ni siquiera me hablaba de su muerte, sino de la significancia de esta muerte para otras personas. Y fue un golpe en seco. 

Rodolfo conocía mis estrellas. Escorpio ascendente géminis, con luna en Tauro, “lo tienes todo, linda”. 

Foto: VAnessa martinez

Siempre quise saber qué cosa no sabía Rodolfo, tan silencioso casi hermético sobre sus opiniones de otros textos, hasta que se sentía seguro, completamente seguro, totalmente claro. Entonces era como un centro concéntrico con otro centro más agudo todavía. Él me dijo que era por ser la mezcla de escorpio y sagitario. Me lo comentó mientras me pedía que haga un poco de "arte" con la papa a la huancaína deliciosa que había preparado. 

Gracias, querida ingrid, por la foto.

Yo no sé, por supuesto, cocinarla como lo hizo él, pero trataba de darle una cierta estética. Aprendí de Doris, una querida amiga nuestra, que los platillos se ven más lindos cuando se sirven con cuidado, con ese arte tan raro que Rodolfo me comento que no dominaba del todo. El arte de poner esas delicias que cocinaba en un plato. Conversamos varias veces antes de que yo regrese a Estados Unidos, y antes y después de que presentase mi último libro. Y conversé con él el día mismo de la presentación, que por cierto, llegué tarde y le molestó mucho. Siempre pensando en los que iban a escuchar poesia, respetando a los lectores, a los que escuchan nuestras visiones....

Escribo esta nota porque ayer preparé un plato que me enseñaste querido Rodolfo, y porque cada vez que el cielo me deja ver estrellas, o que por fin algún plato me sale realmente bueno, me acuerdo de ti. Me acuerdo de ti por los sabores o por las luces del cielo intensas, y vuelvo a leerte. No sin admiración, confieso, por toda tu rebeldía, por toda tu fuerza, por toda esa capacidad tan grande que tuviste para adaptarte a todo. Al aire, al fuego, al mar, al desierto, por cosechar sonrisas, palabras hermosas como visiones. Por toda esa velocidad en tus palabras, Rodolfo. Quería escribirte hoy, y leerte también.  Leerte en este poema que es como tu: genial, intenso, inmenso. 

Nudo Borromeo


Y ahora remontas rue Vavin subiendo a Montparnasse

Hay un río que duerme otro que murmura

Aquí Clayton hablaba de Loutine

Los dorados temblores de Diana en el patio interior

El cuerpo multiplicado en millares de copias

Y un presagio de tormenta en la escalera

Menos grave que en los años siguientes

Y ahora todo resbala hacia Lo Real

Había sido algo menos que una presencia

Definida con tenacidad

Al alba con las últimas luces de la fiesta

La materia de los dioses extraviada en un recuento precipitado

De tantos viajes tantos libros tantas mujeres

La sombra helada de un libro que te acecha

Mientras haces el amor en el bisel del espejo

Las claves sumergidas en un catálogo de signos

Te requiere por una vibración de encajes y deseos

Como el vaho sobre el cristal del automóvil

Londres un taxi palpitante a la puerta

Una confidencia cubierta por el timbre del teléfono

Forma insuficientemente percibida

A través de las celosías de la casa

Lo gris duerme su rapacidad vela

Modo infinito en infinita parodia

Y ahora tratas de recordar un acto significativo

Que te hubiera matado

Para que hacia él converjan las líneas del poema

O el pavor de un sueño

Donde olvidas tus huellas en las cosas

Como si al crepúsculo tornaras la cabeza

Viendo unas rayas difusas en la perspectiva

Así cuando declina el viento de la noche

Hay tal vez una playa con casetas de vidrio

Y estudias el mecanismo de las olas

Sobre la barrera que planta tu memoria

Un dólar de plata por saberlo

El sentido de la experiencia debe encontrarse allí

Y yo debo entonces perseverar en el poema

El Otro que yo he sido el Otro que estoy siendo

Me debe ser designado en el poema

En una de sus líneas (tal vez en ésta misma)

El insolente sol trepa al solsticio

Y se me hace saber que mi sombra se gasta

Y una imagen recurre (la de Marianne)

Como si el erotismo fuera capaz de definirme

Como si buscase definición

Deslizándome hacia el centro del poema

Donde hay silencio y quietas placas de hielo

Calles que no llevan nombre

Miedo de tocarlo y no tocarlo y atravesarlo sin tocarlo

Como una sombra de palabras

Y hay líneas que se encurvan sobre el horizonte

Otras sobre el crepúsculo

Y acodado en las estepas mayores

Buscas la conjunción de los sentidos

En una sola epifanía

La memoria como un espejo parabólico

Descoyuntado por infinitos puntos de fuga

Que recompone ahora una imagen de mujer

De actos presenciados en Mallorca

O en un pueblo belga que se llama Malone

Cuyo sentido (si alguno existe) resistiría a la enumeración

De imágenes dispersas

De una noche en busca de rue Giordano Bruno

Al fondo del distrito XIV y bajo la nieve

O la de un lépero cagando sobre un puente en Comayagüela

O de una noche caliente y desolada en Managua

Un Luna-Park en trozos

O caminando contra el viento a la entrada de Cerbère

Buscando un maldito camión

Y todavía

Atravesando un campo de lavanda en el Luberón

Con un vuelo de cuervos en /> Un último sobresalto de Occidente

Antes del encadenamiento de las guerras

Las heladas estrellas se agrupan del lado de La Osa

Ella ha desaparecido

(Quién es Ella dónde está Ella)

No confundas tu soledad y la suya

Cuando tires las tres monedas por seis veces

SUNG

Esta línea muestra al sujeto vacilante frente a la disputa

Vuélvela estudio de los dictados celestes

Abate sus deseos agresivos

Reposa en la firmeza y corrección

Habrá buena fortuna

Abate tus deseos abátelos te digo

Así podrás acceder a la contemplación

Y el mundo rodará sin ti

Por una vez

Y verás gotear las estaciones

En un cielo Ile-de-France

Tendido en un camastro fascinado

Por una constelación de manchas de humedad

Las nubes dibujan carneros castillos

Una majada de fantasmas desciende el Huascarán

Trisca en torno de un ojo de agua

Pisoteando el diván del analista

Repita eso

(Eso?)

La memoria se posa sobre un campo de trigo

Y los caballos trotan en torno de la era

Encerrados en un domo dorado

Tu padre bebe chicha de jora

Y tú aloja fresca

Y más tarde la luna rondará la Casa-Hacienda

Polvo de leche luz

Tus sábanas se prolongan en nevados

Repita eso

El poema graffiti sobre un largo monólogo

El tema del baúl el tema del poeta atormentado

Por la Sombra del Padre

Un calembour dudoso colgado de la manga

(Nunca tocará fondo porque es forma)

La hora de las visiones ha pasado

Quién sabe lo que sabe quien no sabe

Hay una teoría de círculos concéntricos

Puesta para evitar un encuentro frontal

Que ya tuvo lugar

Que apareció como un azahar en el verano

Calmando mis sentidos crispados en la espera

En el sous-bois las armas

Esparciendo un sonido metálico en el aire transparente

Lustros

Y a la mañana siguiente un trapecio de niebla

Sube al Medio del Cielo

El halcón malherido voltijea sobre el techo del mundo

Suspendido del verbo

Que se balancea como un fruto

Demorando en caer

Y te consumes fuera de la palabra

Que tal vez se alimenta a sí misma

En inflorescencia perpetua

Y así entorpeces la demostración

Empantanado en una noche sin fin

O detenido en un mediodía perfecto

Un bocado de viento en las colinas

Una ventana abierta en la plaza del pueblo

Que designa un imposible deseo

Y el tiempo el viento amargo

Huye entre tu camisa

Como un recuerdo agudo y olvidado

Así un día en el embarcadero de Santiago Atitlán

O cierta ven en Uxmal

Indescifrable tu memoria en ruinas

Fuera de tema borracho como un Lord

Contiguo a una galaxia burlona y superior

Más ebria que la noche bamboleante

Ceñida a tu cintura hincándote las uñas

Mientras circulan retazos de ciudades

Ramalazos de luces en el puerto

El esplendor vacante de tu cuerpo

Animal expulsado de la música

Más acá del Edén donde no hay luz ni noche

Sino incredulidad de cada gesto

Como quien sobrevive sin saberlo

Y hay un valle que cierra el horizonte

Un río que la brisa acerca

Y una mujer desnuda en la terraza

Tomando sol

Nada es real salvo Lo Real

Desdeñoso irascible parpadeante y sumiso

Eternamente anclado

Plantado frente al río que murmura

Que tu vida se despliega y se agota

En la incesante perfección de su diferencia

A causa de Entropía

Obedecida y pronto contradicha

Por una dimensión confusa y vegetal

Y el azar te convoca para jugar un rol figurante

En el chalet de abajo

Y en un delirio de provisiones y de ropa limpia

Olorosa a lavanda

Viajas en tus palabras

Y tus palabras viajan.