Es cierto, mi primer contacto con el mundo indígena fue hacia el año 2005, cuando realizaba fotografía análoga y me interesaba retratar las calles del centro de Bogotá. En este tiempo vi que varias mujeres de la Etnia Embera se ubicaban en las calles junto a sus hijos para pedir dinero. Al principio irrespetuosamente les tomaba fotos, sin siquiera pedírselo, pero luego sentí la necesidad de sentarme a conversar y entender por qué estaban allí.

El pueblo indígena Embera Katio y Embera Chamí, son etnias que han sufrido bastante el conflicto armado y el desplazamiento. Este acercamiento al mundo indígena se vio también atravesado por mi primera experiencia con la ayahuasca, la cual fue para la misma época y me permitió dar un giro significativo a mi vida y a mi trabajo.

Para mi, la pintura es la posibilidad de detenerme frente a ese incesable flujo de imágenes. La pintura dispone de otro tiempo, un tiempo que se puede prolongar tanto uno quiera y en el que la imagen debe ser pensada y repensada desde su concepción hasta cuando crees esta terminada.   

Hacia el año 2008 ingresé a la facultad de artes de la Universidad Javeriana en Bogotá, en la cual pude explorar el arte desde sus múltiples formatos y exploraciones conceptuales. Durante estos años seguí trabajando con la fotografía e incorporé el vídeo y el cine análogo como otra posibilidad de registrar los contextos en los que las mujeres indígenas Embera se encontraban. El paso de la fotografía a la pintura se dio mientras estudiaba. Gabriel Silva y Nicolas Uribe, fueron maestros que me influenciaron fuertemente en la forma de tratar la pintura

Con el pueblo indígena Embera siento una gran afinidad, ya que de la zona que ellos vienen es mi familia materna, por lo que siento una parte mía tiene relación con dicho pueblo. Mi tatarabuelo fue un cacique de la zona de Tatamán, su nombre era Calixto, un curandero que ha venido ha vuelto a acompañarme. 

A medida que realizaba viajes a las comunidades, que aprendía cosas que los abuelos y abuelas me enseñaban, empecé a pensar por mi propio origen: Yo nací en Bogotá, territorio del grupo indígena Muisca. Soy Mestizo, es decir tengo una herencia y mezcla de muchos lugares, culturas y colores. Mi padre es de Boyacá, una tierra al norte de Bogotá la cual también es Muisca y por otro lado mi madre es de la zona del eje cafetero, de herencia Quimbaya y también colono-antioqueña, en la cual hoy habitan los indígenas embera. Estar con las comunidades me hizo reflexionar sobre los valores identitarios en la zona de Bogotá, me hizo conectarme con los pocos indígenas Muiscas que aun habitan hacia las afueras de Bogotá y entender que mi ser mestizo me abre un múltiple de posibilidades para conectarme con mi pasado y mi territorio.

La pintura es un hombre jaguar del río Mirití Paraná. Es una traducción estilizada que he realizado sobre las capacidades que tienen algunos sabios en esa zona del Amazonas. En esta pintura he retratado al tradicional Faustino Matapí, uno de los chamanes mas sabios y rebeldes del Mirití. Junto a sus hijos y a la comunidad de Puerto Libre, han logrado mantener viva la tradición del ritual mas importante, sagrado y extraño de dicha zona, con la cual ‘arreglan el mundo’, curan enfermedades y se transforman en estos animales de poder.

 Esta pintura hace parte de una serie la cual pretende realizar un homenaje a estos hombres con estas capacidades extraordinarias y de la cual esta en riesgo de desaparecer, debido a la intervención del mundo occidental, a los intereses de extracción minera y a la apertura de estas comunidades a los pueblos y poblados urbanos. así mismo el difícil proceso que tienen que atravesar estos hombres para poder llegar a poseer el control de estas capacidades. Dietas, restricciones de sexo y aislamiento por varios años e incluso décadas, hace que los jóvenes hoy en día opten por no querer seguir los pasos de sus abuelos jaguares.

La composición expansiva es un término que le he puesto a la composición que intento generar, tal vez tenga otro nombre. Parte de un centro, de un punto importante o un nodo del cual se expanden las imágenes y al cual retornan. tiene que ver mucho con la geometría sagrada, con la simetría y con las formas geométricas como círculos, rombos y espirales. La composición expansiva permite resaltar o acentuar algún punto en la imagen que para mi tiene gran importancia espiritual y de poder: ojos, manos, collares, copas ceremoniales. en estos puntos también se concentran el uso de plantas, en especial de ayahuasca, la cual aplico con un pequeño pincel en dichas zonas. Aquí un ejemplo:

Mi espiritualidad está muy ligada al territorio. Realizo rituales que se denominan "pagamentos", en los cuales se paga a lugares sagrados para agradecer, equilibrar o ‘pagar’ por algo en particular. Esto implica una lectura del territorio y una escucha a los abuelos y abuelas que aun poseen dicho conocimiento. He encontrado en el arte una plataforma para desarrollar rituales, que para algunos son ‘performances’ y otros sí pueden leer la profundidad de las acciones. Estos rituales son registrados algunas veces en vídeo, sonido, fotografía o dibujo, ya que para mi es muy importante compartir y expandir estas prácticas a otras personas que estén interesadas. 

La Pintura es una de esas ‘performancias’. Mi pintura con el paso del tiempo ha tomado una aura ritual, en la medida que hay toda una relación "materica" (plantas, piedras mezcladas con oleos ) y una relación espiritual con el retratado. Es importante tabaquear, preparar, pedir permiso, sahumeriar, preparar el espacio.

En estos momentos tengo varios proyectos en marcha y otros por venir. La pintura es algo que siempre acompaña, por lo que estoy en una constante búsqueda de formas de integrar los conocimientos a las imágenes. En Colombia junto a Manuela Mejia y Lilian Castro tenemos una fundación con la cual trabajamos por el empoderamiento de las comunidades indígenas y campesinas, para la protección del patrimonio cultural y ambiental de las comunidades. Así mismo estamos en la etapa de preproducción de una serie documental sobre lenguas indígenas en riesgo de desaparecer en la zona norte del Amazonas colombiano. Y así, cerámica, fundición de metales, dibujo, gestión de proyectos y espacio de difusión. ojala nos alcance tiempo para hacer más.